domingo, 21 de marzo de 2010



EL DRAMA DEL OTRO: UNA APROXIMACIÓN A LA TETA ASUSTADA (1)


A Magaly Solier


Fausta es hija de la violencia y por eso se muestra distante, desconfiada, tímida. Su madre le transmitió el miedo a través de la leche materna. Debido a ello lleva una papa en su vagina: así cree que no la violarán como a su progenitora, víctima directa de la guerra interna que azotó al país. Fausta sufre de sangrados nasales y desmayos constantes: padece el mal de la teta asustada. Pero ese no es su verdadero drama. Su drama, en realidad, es otro.

Fausta es discriminada por hablar un idioma distinto, por tener costumbres distintas, por provenir de un lugar distinto. Su madre ha muerto en Lima, pero ella desea enterrarla en su pueblo, como corresponde a su imaginario. Desgraciadamente no cuenta con el dinero que necesita para transportarla, y el tío que la acoge no está en capacidad de ayudarla porque considera que ese viaje es innecesario y porque pronto celebrará el matrimonio de su hija mayor: está gastado.

Él, al igual que muchos inmigrantes, ha adoptado las costumbres de la capital, algo que Fausta no comprende (en una de las escenas Fausta le exige a su tío que la respete). De allí que la relación que mantiene con él sea igual de distante que la que mantiene con los demás (léase otros). A pesar de ello y por intermedio de la esposa de su tío, Fausta es contratada como sirvienta. Con el dinero que ganará espera transportar el cuerpo de su madre a su pueblo. Ingenua, solicita un adelanto, el cual como era de esperar no se le concede.

La dueña de la casa donde Fausta trabaja es una pianista egoísta y soberbia, quien pronto ofrecerá un recital. La mujer no logra culminar su trabajo, cosa que la angustia y desespera al punto de destrozar su piano a escasos días de su presentación. La comunicación entre ambas es mínima (la patrona jamás la llama por su nombre). La única persona con quien la muchacha se comunica, y en quechua además, es el jardinero de la casa donde trabaja. Él intuye/comprende el dolor de Fausta y mediante sus conversaciones busca “podar” el terrible trauma que la aqueja y le impide ser feliz.

Cuando Fausta sufre de sangrados nasales o está triste inventa canciones que interpreta para sí (antes lo hizo también para su madre). Su patrona, luego de escucharla, le ha prometido un collar de perlas a cambio de que le tarareé una de las canciones que acostumbra entonar. Ella acepta el trato, pero la patrona la engaña debido a que no cumple su promesa, y lo que es peor la despide luego de lograr su cometido, abandonándola en medio de una avenida, de noche, sin importarle la integridad de la muchacha en lo más mínimo. Sin embargo, Fausta consigue hacerse del collar antes de dejar la casa de la pianista. Era lo justo, lo que correspondía.

A pesar de su esfuerzo, Fausta no consigue reunir el dinero que necesita para transportar a su madre. Ante la urgencia de deshacerse del cuerpo inerte de su prima (los días pasan y el cuerpo embalsamado de la anciana mujer empieza a ser una presencia perturbadora), el tío de Fausta alquila un camión y emprende, junto a su familia, el largo viaje al pueblo de su sobrina. Mas en un tramo de la carretera ella se arrepiente y decide que mejor será enterrar a su madre allí mismo, en una playa, en la costa, junto al mar.

Aparentemente ha comprendido que debe empezar a olvidar su pasado y hacer suyas las costumbres de la capital. Como todos, como casi todos.

(1) Agradezco los comentarios y sugerencias que hicieran a la versión inicial del presente texto, el maestro Eduardo Lores La Rosa, el antropólogo Mauricio Cerna y el poeta Odi "Odicha" Gonzales.

4 comentarios:

  1. un singular tanto la historia de madeinusa como fausta , tienen como elemento importante alguna joya , madeinusa con los aretes de su madre y a fausta con un collar de perlas

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  2. sabes quisiera pasarte algunos escritos mios , me interesa que los leas .

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  3. Encantado. Envíamelos a la siguiente dirección: oscarleonvenegas@gmail.com

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