viernes, 12 de noviembre de 2010










VARONA Y VARON


            Varona y varón,
desnudos frente a frente,
            desnudos con esmero,
son presencia impalpable
            de la gracia del quién sabe.
Nada pueden contra ellos
            ni el miedo que bien sienten,
ni lo espaciado de los encuentros,
            ni la envidia de los solitarios,
ni el viento de los que murieron.
            El fuego es tan su salsa,
tan feliz como un niño,
            tan se escapa por un tubo,
tan se oculta o parece nada,
            que induce a la pareja
a desnudarse con esmero,
            a juntar aire con tierra,
aumentando la ternura
            para empezar de nuevo el acto
más hermoso de la vida:
            varona y varón.



DARDO

Nadie la había llamado
y vino a danzar
alrededor de mi fuego.
Traía sus propios increíbles olores,
sonrisas, teléfonos,
y esa malicia inocente
de felina joven.
Abandoné todo
y salí a cazar mariposas.
Fui prudente y estudioso,
elegante di manotazos
cuando debía
y así quedé atrapado.
Estuve con María
en las esquinas
más estrechas
de la tierra,
supe de cielo e infierno,
de vértigo constante
y del tambor final
de la derrota.



QUIJOTE

Todo el año lo he pasado
mirando las caras de las niñas,
creyendo en premios posteriores
que se alargaban siempre
como un chicle
en infinita espera.
Al hacer las cuentas de mi año,
trescientos días menos no me duelen,
pero siempre amarga
hacer el rol de idiota,
como antes, en el siglo doce,
caballero.
En los lances del amor
juro y perjuro
que he de cambiar mis métodos:
hombres serios, hoscos,
eso es lo que las niñas quieren.



AJEDREZ

A Telésforo León y Jorge Anselmi


Un hombre está inclinado
Sobre escaques.
                        O libros.
                                     O muchachas.
Inclinado sobre escaques,
                                   ajusta los trebejos,
Mira bien,
              distribuye y luego manda
Torres almenadas,
                          obispos como espadas,
Corceles contra viento,
                                  peones que siempre avanzan.
Sinfonía de cristal y/o escarcha.
En columnas de ébano y marfil,
Marfil y ébano azuzan en silencio
El asedio ritual e interminable
A una y otra Dama.
                           Aquí los infantes siempre
Ganan,
          mueren como moscas y siempre ganan.
De los peones es el mundo.
                                       Ellos llegan
A libros y muchachas.
                               De los peones,
                                                                 el fin
Y el comienzo.
                      Todo,
                               incluso la palabra.




NOCHE OSCURA
(Fragmento)


Como ojo de agua, como quietud, como noche,
como ojo de agua en la quietud de la noche,
como espera, como terrible espera
en medio de las dunas bajo el sol de fuego,
como nada, como todo,
como incertidumbre en la mañana brumosa,
como negación, como miedo,
como vacío acongojado,
como simplicidad venturosa,
como límite,
ahí donde el destierro advierte las palmeras,
como azul de mar que se junta al cielo.