LA CHICA DEL SEÑOR PRESIDENTE
Sus cabellos no eran rubios y sin embargo ella lo fue. De sus ojos diremos que eran azules, simplemente. Sus labios tenían el color de la sangre y la luz era un calco de su sonrisa. Dicen que una de sus piernas era más larga que la otra. Sus manos fueron y seguirán siendo un misterio. Desnuda siempre tendrá la misma edad. Así fue Marilyn, Marilyn, y nadie más que Marilyn. Pocos la conocieron, y sin embargo todos sabemos de ella.
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