lunes, 9 de agosto de 2010





































MISTERIOS Y PASIONES ENCONTRADAS (1)

Un misterio, una pasión, de Aldo Miyashiro, cuenta la historia de un puñado de jóvenes que busca construir su identidad a partir de la pasión que siente hacia el Club Universitario de Deportes. Es también la historia de fuerzas antagónicas en constante pugna: amor/odio, creación/destrucción, legalidad/ilegalidad. Las acciones transcurren en torno a “Misterio”, fundador y jefe de la barra Trinchera Norte, y del grupo de personas que se integra en torno a él: padres, hermana, novia y camaradas, quienes comparten carencias similares debido a su extracción socioeconómica y la dureza con que la vida los trata.

Pero Misterio, al igual que el Cuervo, Foreman, Curay y Cara Dura, tiene un sueño: conformar una barra agresiva, incondicional y numerosa, capaz de enfrentar los ataques de las barras rivales. Y es a partir de la concreción de ese sueño que descubrimos las verdaderas intenciones que habitan en el corazón de cada uno de los personajes. Entonces, los deseos de reconocimiento, aceptación, poder y liderazgo quedan al descubierto. Las discrepancias y enfrentamientos entre unos y otros (pero también alianzas) quebrarán la frágil unidad del grupo y el sueño de fundar una barra sólida y fuerte.

Conforme trascurren los acontecimientos, la conducta de los protagonistas se torna cada vez más violenta y (auto)destructiva, y las acciones confluyen – indefectiblemente – hacia un desenlace fatal. La tensión durante toda la obra no decae nunca, lo cual se debe al excelente trabajo de caracterización de los actores, entre quienes destacan Pietro Sibille, Norka Ramírez, César Ritter y Karen Tavera, el desenfado y frescura de los diálogos y la solvencia con la que cada uno de los actores se integra entre sí. Cabe por ello aplaudir la labor realizada por Miyashiro, quien además es el director y uno de los protagonistas.

Un misterio, una pasión, aborda con acierto tópicos que para un gran sector de nuestra juventud todavía son interrogantes sin responder: la búsqueda de la identidad, el reconocimiento y aceptación de las diferencias sociales, el encuentro/desencuentro de lo oficial y lo marginal. Conmueve la ausencia de pretensión del que, pensamos, se convertirá en el mejor estreno del año.

(1) 21/11/2003

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